Dice: Lo olvidamos incluso en ocasiones en que realizamos los
mayores esfuerzos para que no se nos escape. Sin embargo, todo aquello que el
olvido ha suprimido del contenido manifiesto puede ser reconstruido,
partiendo del único fragmento recordado,
no el sueño mismo, que tampoco es lo importante, sino las ideas latentes en su
totalidad.
El estudio, durante el análisis, de un grado preliminar del olvido nos proporciona una prueba convincente de la naturaleza tendenciosa del olvido del sueño, puesto al servicio de la resistencia (#374).Sucede muchas veces que en medio del trabajo de las sesiones psicoanalíticas, emerge un fragmento del sueño, que hasta el momento se consideraba como olvidado. Este fenómeno onírico arrancado del olvido resulta ser siempre el más importante y más próximo a la interpretación, razón por la cual se hallaba más expuestos que ningún otro a la resistencia.
A
veces un paciente dice que ha soñado, pero que ha olvidado por completo su
sueño. Por tanto, dice, me hago cuenta de que no hubo tal sueño y continúo mi
labor analítica. Pero de repente tropiezo con una resistencia, y para vencerla
desarrollo ante el paciente determinada explicación y le ayudo a reconciliarse
con una idea displaciente. Apenas he conseguido esta reconciliación, exclama el
sujeto: «Ahora recuerdo ya lo que he soñado.» La resistencia que había
estorbado el desarrollo de su pensamiento despierto era la misma que había
provocado el olvido del sueño, y una vez vencida en la vigilia, surgió
libremente el recuerdo.
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